El ensayo: un género evasivo

Teresa Alfieri,  CONICET

En nuestra historia personal, quizá comencemos a hilvanar ensayos cuando tratamos de convencer a nuestra madre de que nos lleve a esa fiesta de cumpleaños, o a la calesita, o a los jueguitos, y un poco argumentamos y otro poco la tratamos de fascinar y de seducir y , hasta es común, que agreguemos datos irrefutables en nuestro apoyo.
 En la historia de la humanidad, tiene dos comienzos. Por una parte, el ensayo como género discursivo ya estaba claramente presente en la literatura clásica greco - latina (Platón, Cicerón , Luciano de Samosata y muchos otros) y hasta podrían encontrarse fragmentos de él dentro de los antiguos textos religiosos de la India. Por otra , el ensayo como género nuevo, reconocido como tal y a la par de los demás, tiene como fecha de nacimiento el momento en que Montaigne decidió dar al mundo sus Essais; en 1580.
El ensayo como género literario es una obra en prosa de carácter no - ficcional. El hecho de que existan ensayos en verso o en poesía tales como el Essay  on Man de Alexander Pope , es sólo la excepción que confirma la regla; pero aunque es en prosa mantiene muy en alto su función poética ya que esta última, es decir, la insistencia en lo literario,en la literariedad, es justamente lo que lo diferencia de otros géneros discursivos que le son próximos , como la disertación, o el manual de estudio. Y , cuando decimos no - ficcional, debemos aclarar que cualquier construcción lingüística tiene ya carácter ficcional( porque como sabemos la “realidad” - sea lo que fuere que esto signifique - no puede en realidad - valga la broma - , escribirse), pero se trata de una cuestión de grado, así pues ,es el menos ficcional de los géneros, ya que, aunque se trata de una prosa no representativa, no mimética, posee un discurso argumentativo , con un claro predominio de las ideas , de lo conceptual por sobre lo imaginativo. El ensayo no es ciencia , pero se vale del conocimiento científico; desde la época de Bacon, el ensayo se fundamenta muy seriamente en el conocimiento y también hereda de este genial inglés , una tendencia profunda hacia el anti - dogmatismo , el ensayo no amonesta sino que ensaya , siempre trabajando intersticios donde se puedan filtrar nuevas dudas y respuestas. Es una voz y no pretende ser” la voz” hegemónica.
Los temas del ensayo son libres y también lo es su naturaleza.
Todo aquel que ame la libertad de pensamiento - uno de los dones más altos de la vida - quien simpatice por igual con el estudio y la conjetura arriesgada, el seguidor de teorías provisorias, el que ama jugar con hipótesis probables, el que sabe escuchar o refutar, el que usa el pensamiento del otro para disparar desde allí su propio pensamiento, aquel que se deleita con la divagación reflexiva y estética, ése que en sus lecturas pretende enterarse y gozar al mismo tiempo...amará el ensayo.
El ensayo es un texto informativo, pero modalizado para dejar espacio a la duda y a la incertidumbre; y a la vez, personalizado , marcado con subjetivemas , arrastrando tras de sí   la sangre de Montaigne que lo contaminó para siempre ( y para su gloria) con la marca de su personalidad, desde entonces el ensayo tiene algo de confesión. Además , el recorte de temas que suele hacer el ensayista es siempre personal e individual y a veces,   muy frecuentemente, cuando nos habla de un tema , nos está hablando como en máscara trasparente, de sí mismo.
El ensayo no es una tesis pero es de tesis, quiero decir propone ideas, despliega estrategias de seducción para persuadirnos de esas ideas, busca adeptos pero cuanto mejor sea el ensayista más construirá lugares por donde pueda entrar la respuesta o la polémica.
En teoría literaria general , debemos decir que se trata de un texto breve , que puede ser leído de una sola sentada , como un cuento y que se trata de un texto de naturaleza amable. Pero todo esto es falso cuando se trata del ensayo hispanoamericano. El género europeo en nuestras tierras se convirtió en una mutación del género, como si la geografía lo hubiese contagiado. El ensayo se hizo en América no sólo extenso, sino extensísimo, y además de las variables habituales, produjo un tipo muy interesante que es el ensayo de interpretación nacional hispanoamericano, arquitexto que resultó extremadamente prolífico en todos los países y particularmente ubérrimo en el nuestro.La antigua naturaleza amable se trocó en una naturaleza combativa, ya que el ensayo de interpretación se convirtió en un arma de lucha de ideas, e ideales y en un terreno donde se amasaban los cimientos de una nación. Es como si el “lugar ameno” se hubiera trastocado en la Garganta del Diablo de las Cataratas del Iguazú. A través de estos ensayos interpretativos, se forjó la conciencia nacional y la nación misma. Tuvieron siempre una impronta pragmática impresionante, recordemos al pasar que el Facundo de Sarmiento contenía un programa de gobierno; que los textos de Monteagudo estaban asociados a la guerra de la independencia; los textos de Moreno sobre el tema del monopolio están alimentando a la Revolución de Mayo ; las Bases de Alberdi organizan jurídicamente la nación hasta nuestros días .Algunos de los efectos del ensayo de interpretación en el lector son : agudiza el pensamiento crítico, construye el hombre político, aumenta el amor por el país,   la nación y la patria, ayuda a comprender nuestro presente y nuestro pasado, da las claves para encaminar nuestras acciones hacia el futuro.
El ensayo europeo breve tenía un mayor énfasis estilístico , tal como en Thomas de Quincey , por ejemplo ; el ensayo hispanoamericano tendrá un mayor énfasis en lo polémico , como puede verse en Jauretche cuando habla de Martínez Estrada, o en Martínez Estrada cuando habla de Borges.
En general, el ensayo suele ser abiertamente intertextual y al decir de Julia Kristeva , se construye como un mosaico de citas , dialoga con su pasado, prefigura su porvenir y se sirve de la cita de autoridad con abundancia. Muchos de ellos son metatextos , empezando por los ensayos de Montaigne que se comienzan a escribir como un comentario a un libro de un amigo y siguiendo por otros como Muerte y transfiguración del Martín Fierro de Martínez Estrada y como El payador de Leopoldo Lugones, ambos sobre la obra de Hernández.
Claro está que también tenemos algunos ensayistas que cultivan el ensayo breve y de clima afable a la manera europea pero no constituyen la gran tradición ; pues verán ... el ensayo en la literatura argentina constituye el género más extenso de todos si tomamos en cuenta el número de páginas , ocupa el primer lugar , digamos así , en las librerías y en las bibliotecas, es un género importantísimo, que algunos consideran el género argentino por antonomasia y que recién ahora está siendo estudiado como se debe de acuerdo a su importancia. Puedo darles mi testimonio personal de que cuando veinte años atrás propuse mi primer plan para estudiar el ensayo argentino, aquello era una rareza, que fue interpretada por unos como originalidad y por otros como insolencia. Entonces, como ahora, seguimos discutiendo qué es el ensayo , no hay una única definición satisfactoria porque está en su misma naturaleza seguir siendo ese cuarto en el recoveco del edificio literario como bien lo describió Jaime Rest.
La vocación del ensayo es profundamente interdisciplinaria, siempre está a horcajadas  por lo menos de dos campos del conocimiento (literatura - sociología; literatura - historia) siempre es algo más que literatura , pero debe ser literatura si quiere ser ensayo. Debido a que en nuestros países sudamericanos no hemos desarrollado sistemas filosóficos comparables a los sistemas europeos , pero sí hemos desarrollado un pensamiento, rico y complejo; ha sido la forma, la matriz, el lugar lingüístico  del ensayo donde ese pensamiento se ha expresado predominantemente, y , cómo vivimos con poca estabilidad , muchos cambios y crisis , siempre tenemos mucho que decir. En los casos, menos dramáticos y más juguetones (sin que el concepto de juego vaya en desmedro de la literatura) la filosofía se ha vuelto conjetura estética , tal como puede el mundo apreciar en los ensayos de Borges , por ejemplo.
Es tan importante este género en la literatura argentina que presenta fenómenos de contaminación dentro de la novela. En efecto , los fragmentos ensayísticos dentro de las novelas argentinas de los últimos cuarenta años , no sólo son abundantes sino que , en algunos casos , son excesivamente abarcadores , dando la impresión de que el autor está sólo usando la forma novela para mejor divulgar ciertas ideas o hipótesis que terminan tomando el papel central en su obra y por lo tanto , la desequilibran.
Como prueba de la variedad temática que puede llegar a desplegar este género , al que Alfonso Reyes llamó el centauro de los géneros, veamos uno de los temas más difíciles de los últimos tiempos como es el tema religioso, tema tabú en ámbitos académicos . Hay tres excelentes ensayistas argentinos que lo desarrollan magistralmente , podríamos decir a contrapelo a causa del gran prejuicio sobre el pensamiento religioso - grandes escritores(que saben escribir bellamente , un arte casi perdido) los tres -. Uno, es H.A. Murena , muy particularmente en El Nombre Secreto, que tiene íntima relación con la tarea de espiritualización, de culturalización, de historización que debe realizar el intelectual en América , como una misión. Otro, es Santiago Kovadlof, que sabe hacer volar literariamente , la tradición de Moisés. Y el tercero, es Hugo Mujica , cuyos ensayos literarios católicos son de una prosa magnífica .Los tres son también poetas y esto se nota , en la conciencia del lenguaje , cuando escriben ensayos.
Para introducirnos al mundo del ensayo argentino no podemos dejar de conocer a Borges , cuyos ensayos breves son canónicos ni podemos dejar de observar que éste género es tan importante para él que contamina sus cuentos y sus cuentos fantásticos , creando metatextos ficticios , cuentos - ensayísticos , cuyos conceptos , tan importantes , han servido de punto de partida para obras insignes del pensamiento europeo. No podemos saltearnos a Paul Groussac , un francés, sí , pero que prefiguró el lenguaje de Borges; ni a los núcleos visibles del siglo XIX y del siglo XX , es decir , Sarmiento y Martínez Estrada , respectivamente. Un mínimo de Sarmiento estaría constituido por el Facundo , Recuerdos de Provincia y Argirópolis y un máximo por la lectura de los cincuenta y dos tomos de su obra ( que leyeron Ricardo Rojas, Antonio Pagés Larraya, Javier Fernández y , sinceramente no sé si alguien más  - ... y por lo tanto, esas son o mejor dicho eran, las únicas personas que podían criticar a Sarmiento -). Un mínimo de Martínez Estrada estaría constituido por Radiografía de la Pampa , Muerte y Transfiguración del Martín Fierro y El maravilloso mundo de Guillermo Enrique Hudson  y un máximo incluiría el resto de su obra , incluiría también los textos inéditos. Desde las reconocidas obras canónicas : El hombre que está solo y espera de Raúl Scalabrini Ortiz ; Historia de una pasión argentina de Eduardo Mallea; Eurindia de Ricardo Rojas; El hombre mediocre de José Ingenieros; El juicio del siglo de Joaquín V. González; Los profetas del odio y la yapa de Arturo Jauretche; La Ciudad Indiana de Juan Agustín García ;Buenos Aires , vida cotidiana y alienación de Juan José Sebreli; La seducción de la barbarie de Rodolfo Kusch y tantas otras , hasta las obras menos conocidas pero igualmente importantes :Vivos, tilingos y locos lindos de Francisco Grandmontagne; Teoría de la ciudad argentina de Bernardo Canal Feijóo; todos los trabajos de Emilio Becher, largos fragmentos de los Testimonios de Victoria Ocampo, los trabajos del nombrado Jaime Rest, algunos de los trabajos de Beatriz Sarlo; los ensayos psicoanalíticos de Harari ; Las metáforas del fracaso de Graciela Scheines, por citar a pocos , configuran un material inmenso e infinito como la pampa, un material cargado de ideología, de estética, de pasión , que va configurando el género en nuestra literatura mucho más precisamente que las definiciones. El ensayo es,   en cierto modo, ese corpus inmenso constituido por la producción de nuestros ensayistas, constituye en mayor medida que otros géneros literarios una patria textual tanto o más  importante que la patria territorial o institucional,  siempre está allí , cuando todo lo demás se desmorona. Da sentido a la vida , a nuestra vida argentina; una de las funciones más altas de la literatura en general.
Pero no tomen demasiado en serio todo lo que dije , el ensayo es como la pareja; existen parámetros de lo que es una pareja perfecta o ideal pero en realidad, si dos funcionan como pareja , son pareja aunque no cumplan ninguno de esos parámetros. Con el ensayo, sucede lo mismo. A veces funciona como tal sin cumplir con algunas de las características que le atribuyen . ¿Fragmentarismo? Sólo a veces, no siempre. ¿Que no sea una tesis? Sólo a veces, no siempre. ¿ Que no sea un texto de estudio? Qué - como diría Sarmiento - acaso no vamos a estudiar del libro de Paz sobre Sor Juana? Se trata de un género evasivo , y ese tembladeral que está en cada una de sus posibles definiciones , ese , sí , que me parece un parámetro de su definición.

Bibliografía:

ALFIERI, Teresa La Argentina de Ezequiel Martínez Estrada, Buenos Aires :Leviatán , 2004.
GRÜNER , Eduardo ”La Argentina como pentimento” (En : Sitio, Buenos Aires, N° 3 ,(1983) 71-83)
REST, Jaime El  cuarto en el recoveco, Buenos Aires :CEAL, 1982.
SCHEINES, Graciela Las metáforas del fracaso, La Habana: Casa de las Américas , 1991.
SKIRIUS, John El ensayo hispanoamericano del siglo XX , México: Fondo de Cultura Económica, 1981.
STABB, Martin In quest of identity :patterns in the Spanish American essay of ideas, Chapel Hill: The University of North Carolina Press, 1967.