El estudio del texto desde la perspectiva del género discursivo

Cecilia Inés Coutsiers, Natalia Lorena Sigampa, Inés Verónica Yeraci, Escuela Superior de Comercio “Manuel Belgrano”

Introducción
El género, como categoría de clasificación para los textos tiene gran utilidad porque por un lado, permite  diferenciar aquello que es específico a un género de aquello que no lo es, y por el otro, posibilita predecir cualquier desarrollo textual no conocido o por surgir. Alicia Faisal  (retomando a Genette y Bajtín) sostiene que los géneros funcionan como horizontes de expectativas para el lector y como estructuras (que pueden transgredirse) para el emisor. Son índices temporales, son construcciones históricas que se encuentran en relación con el concepto de literatura que se erige en cada época. Son categorías de clasificación que nos permiten ordenar el mundo textual .
La  clasificación de los textos literarios teniendo en cuenta este criterio, es una práctica  recurrente en la escuela. Pero a pesar de ser de gran utilidad ya que permite ordenar, establecer diferenciaciones, etc., a veces  se impone como una verdad incuestionable y al mismo tiempo como una especie de etiqueta que sólo sirve para titular la realidad textual.
Por eso en gran medida, los alumnos no alcanzan a comprender para qué sirve saber la diferencia entre un poema o una tragedia y trasladan esa confusión a la estructura de los textos: hablan de párrafos en poemas, capítulos en obras teatrales o le dicen cuento a una novela .
Ésta fue una dificultad que observamos en nuestros alumnos cuando se abordaba el análisis de los textos  practicado en años anteriores al 2003. Si bien hasta este entonces se trabajaba con aspectos relacionados con la clasificación genérica, no había un mismo soporte teórico y metodológico que enmarcara todas las unidades.
Advertíamos que frente a diferentes tipos textuales, los alumnos no identificaban los mismos niveles de análisis. Esto tenía como resultado una serie de dificultades al momento de abordar el análisis de los textos como un trabajo autónomo. Consideraban cada tipo textual como aislado del resto.
Por eso se hizo necesario re-pesar y re-significar esta práctica. Teníamos que proveerlos de herramientas que les permitieran realizar un recorrido personal y más profundizado de los textos. En fin: replantear el enfoque de la materia.
El interrogante fue el siguiente: ¿Cómo brindar herramientas de la teoría literaria para permitir el abordaje analítico autónomo de los textos?
Para ello fue necesario planificar un conjunto de actividades orientadas al análisis crítico favoreciendo el uso de categorías específicas del campo.
El material elaborado por Alicia Faisal se presentó como una respuesta coherente y homogénea. Desde la perspectiva que sustenta se pueden identificar los niveles comunes a todos los textos. A partir de una experiencia personal realiza una propuesta de análisis a los docentes del nivel medio.
 
Nuestra experiencia en el aula
Nuestros alumnos  ya habían realizado en años anteriores actividades de reconocimiento y distinción de diversos géneros textuales. Entre ellos, básicamente, el periodístico y el literario. Por eso creímos más interesante acercarlos a  textos que cuestionaran estas clasificaciones, textos híbridos que presentaran desplazamientos, zonas de intersección y desafiaran los cánones tradicionales. Además, pretendíamos acercarlos a una experiencia de lectura que pudieran disfrutar.
La idea de trabajar con aguafuertes de Roberto Arlt  surgió por dos razones: nuestro propio goce al leerlas y la riqueza de estos textos híbridos, que combinan lo periodístico con lo literario. Puesto que los alumnos ya tenían nociones de estos ambos géneros, el reconocimiento de sus entrecruzamientos y transgresiones era factible y muy interesante puesto  que podían observar, en concreto, cómo los géneros se delinean a partir de los textos y no al revés, cómo se relacionan, se mueven, y escapan de la cristalización.
Comenzamos con una actividad de revisión y recuperación de saberes. En primer lugar, trabajamos con cuentos realistas de Bernardo Kordon, puesto que habían leído un texto suyo el año anterior. Propusimos a los chicos que trabajaran con temáticas, personajes, tiempos y espacios. También realizamos un primer acercamiento al análisis del estilo en relación con el contexto de producción.
Los cuentos elegidos fueron “Los ojos de Celina” y “El misterioso cocinero volador aparecido en el Hotel y Pensión Esquina”. Les dedicamos bastante tiempo a estas actividades iniciales. Nuestro primer objetivo fue que pudieran retomar lo hecho anteriormente y profundizarlo. Nuestro segundo objetivo fue que comenzaran a familiarizarse con los textos de análisis, ya que hasta quinto año se trabajan los textos literarios, básicamente en forma de cuestionarios. Queríamos que los alumnos pudieran organizar sólidamente sus observaciones, y tuvieran alguna metodología para profundizar el abordaje al texto. Les indicamos qué contenían una introducción y el desarrollo de un análisis, con una estructura muy sencilla; y les dimos ideas acerca de cómo podía concluirse.
Otro objetivo en esta primera etapa, fue que pudieran elaborar hipótesis de lectura personales. Les explicamos en qué consistía y propusimos como cierre de esta primera parte, un análisis integral, en el que dieran cuenta de todos estos aspectos.
Aunque este trabajo insumió varios encuentros, los resultados fueron positivos. Los chicos comenzaron a realizar sus hipótesis y articular las categorías de análisis con los textos seleccionados.
En un segundo momento, cuando ya estaban afianzados los conocimientos, les  propusimos la lectura de algunas aguafuertes como “Escuela Primaria de Delincuencia”, primera y segunda partes. A continuación, solicitamos a los alumnos que las clasificaran genéricamente. Aunque no dudaron en tildarlas de periodísticas, cuando se enteraron de que habían sido publicadas en un diario, no podían asociarlas por completo a las crónicas actuales. La primera reacción de los chicos fue el asombro por el manejo del lenguaje, que sintieron muy próximo a ellos y al mismo tiempo les planteaba un desafío por la presencia de términos del lunfardo. Su asombro creció cuando se enteraron de la fecha de la publicación, porque también consideraban las temáticas muy cercanas a su realidad. Además, evidenciaron inseguridad a la hora de reconocer las tramas de estos textos.
Esto los llevó a un estado de vacilación muy propicio para resaltar, en una confrontación guiada por nosotras, las diferencias entre los textos literarios, los periodísticos actuales y los de Roberto Arlt.
La primera característica que destacaron fue la de las intencionalidades que poseen las aguafuertes. El tono de crítica y las denuncias abiertas y burlonas a las fallas del sistema los impresionaron inmediatamente. Seguidamente, su atención recayó en el manejo del lenguaje, tan rico y complejo que a veces les permitía identificarlo con lo periodístico. La subjetividad manifestada en los múltiples recursos estilísticos y expresivos, por otro lado, lo acercó a lo literario. En otras ocasiones, parecía oponerse radicalmente a una clasificación. Y es que, tal como sostiene Pampa O. Arán de Meriles :
Las obras no se fusionan con el género (literario) sino que lo asedian desde diferentes posiciones de apropiación (...) para convertirlo en una propiedad de su propio discurso que interactúa de manera dinámica con el género. Aunque parezca paradoja, lo atraviesan y al mismo tiempo lo construyen, el género inscribe el texto en una serie y al mismo tiempo la rescribe, expandiéndola.
Surgió entonces, inevitablemente, la reflexión acerca de la condición y comportamiento de los géneros, que se ponen al servicio del autor y son recreados por el lector. Y pudieron reconocerlos como índices de su tiempo, también, tal como mencionaba Alicia Faisal en el artículo citado.
Completamos el estudio del texto con el análisis de diferentes niveles tales como los temas, el manejo de tramas y la superestructura, una profundización y sistematización de las características del lenguaje, el contexto de producción, la consideración de los efectos causados en los receptores. También incorporamos el estudio de algunas categorías trabajadas por Genette , tales como paratextualidad (análisis de la función de los elementos paratextuales), intertextualidad (alusiones o referencias a otros textos que produce su entrecruzamiento) y, por supuesto, architextualidad, a la que pretendemos arribar, durante todo este año, es decir, el reconocimiento de las características que identificaban esos textos con el género al que pertenecen, sin dejar de lado corrimientos y transgresiones que los particularicen.
Se realizó la identificación de los niveles textuales mencionados con los trabajados en las crónicas actuales y con los que pueden abordarse en un cuento o novela.
 Se fue produciendo, así, la identificación de dichos niveles textuales, que son categorías generales que pueden reconocerse en todos los textos y que proveen entradas al análisis de los mismos, a las confrontaciones entre los diversos tipos textuales y a la clasificación genérica a partir de las semejanzas.
Esto permite la progresiva autonomía de trabajo de los chicos, ya que se dan cuentan de que pueden emplear estos niveles de análisis para el abordaje de cualquier texto.
Es importante la consideración de la instancia de recepción en los análisis porque se pone de relieve el papel activo y participativo de los lectores. Trabajamos con la formulación de hipótesis de lectura que muestren la interpretación de los alumnos, de modo que puedan arribar a conclusiones personales sustentadas en sus análisis y no solamente en sus primeras apreciaciones del texto, que generan opiniones tales como: “me gustó o no”. Tratamos de que su goce o su rechazo del texto pueda relacionarse con los mecanismos que el autor empleó y con sus intenciones, con las temáticas y el modo de abordarlas, etc.
Objetivos generales tales como aprender a estructurar un texto de análisis, abordar cualquier género textual (por ejemplo: el policial, el fantástico, el maravilloso y la ciencia ficción, previstos para la segunda etapa del ciclo lectivo) y poder elaborar hipótesis de lectura que den cuenta de los recorridos personales por el texto, se van cumpliendo progresivamente a lo largo del año, al emplear esta metodología. 
Además, se pueden incorporar diversos materiales teóricos, con comodidad.Una vez analizada la bibliografía, se reconocen las categorías estudiadas en los textos elegidos, y por último se las identifica con los niveles textuales ya trabajados.
Aunque los distintos autores emplean un metalenguaje o vocabulario técnico diferente al del texto base, la ventaja de esta modalidad es que en los distintos abordajes teóricos se pueden reconocer en forma subyacente los mismos niveles textuales.
Así, por ejemplo, en el caso del policial, se les da a los alumnos cuentos de los géneros clásico y negro. A partir de la lectura comprensiva, se reconocen en ellos las características de sus distintos estratos. A continuación, se van incorporando los aspectos tratados por Giardinelli, Piglia , etc., lo que permite completar de manera más acabada un análisis del género.

 A modo de cierre
Esta propuesta es una respuesta provisoria en torno a una serie de cuestionamientos que nos venimos formulando a lo largo de la práctica docente y de las actividades desarrolladas en el campo de los estudios de la Lengua y la Literatura. Somos conscientes del largo camino que aún debemos recorrer y de los múltiples interrogantes que nos debemos hacer permanentemente como docentes de Lengua y Literatura.
Creemos que, dentro del ámbito escolar y pensando en nuestros alumnos, este modelo teórico de análisis de texto puede resultar fructífero, ya que permite desarrollar en los alumnos un aparato de lectura lo suficientemente consistente como para que adquieran instrumentos de abordaje textual que superen los meramente intuitivos. Estos modelos de análisis permiten que los alumnos vayan estudiando de modo sistemático de qué manera está hecho y cómo se relacionan los elementos del discurso literario.
Entendemos, sobre todo, que elaborar una propuesta de trabajo que incorpore con pertinencia los enfoques teóricos seleccionados no impide recuperar el texto literario como entidad que llama al goce estético. Éste es un importante guía en nuestra selección de textos y actividades.


Bibliografía

-  Arlt, Roberto: selección de Aguafuertes Porteñas (sdb).
- Eagleton, Terry (1998) Una introducción a la teoría literaria. Fondo de Cultura Económica. Méjico.
- Faisal, Alicia (1998)  La Literatura: un diálogo con el texto;”Leer desde el género”; El Ateneo. Buenos Aires- Argentina.
- Giardinelli, Mempo  (1996) El Género Negro, Op Oloop, Córdoba.
- Kordon, Bernardo: selección de cuentos de Todos los cuentos, Corregidor.
- Meriles, Pampa Arán de, Perspectivas para el estudio de los géneros literarios en el fin de siglo, Universidad Nacional de Córdoba.
- Piglia, Ricardo  (2005) El último lector, Anagrama, Buenos Aires.